En Achocalla, Bolivia, un lugar donde la vida se teje entre lagunas y la dura realidad de la agricultura, Roly Mamani, un ingeniero con un corazón de juguetero, ha convertido su creatividad en una fuente de esperanza. En su laboratorio, rodeado de dinosaurios y juguetes en 3D, ha dado un giro sorprendente, diseñando prótesis 3D para cambiar la vida de aquellos que han perdido extremidades, principalmente debido a accidentes en trabajos precarios.

Todo Comenzó con Juguetes

Desde la infancia, Mamani construía sus propios juguetes, compensando la falta de recursos en su comunidad. Años después, con una formación en ingeniería electrónica, abrió su laboratorio con la intención de crear robots lúdicos o educativos. Sin embargo, la vida lo llevó por un camino inesperado cuando se enfrentó a la realidad de campesinos sin extremidades.

Al ver la necesidad de prótesis en su comunidad, Mamani decidió utilizar sus habilidades y tecnología, especialmente impresoras 3D, para marcar la diferencia. Su motivación va más allá de la mera innovación; es un acto de empatía hacia aquellos que no tienen acceso a prótesis asequibles en Bolivia.

Protesis 3D Mano

En 2018, Mamani dio el salto a la fabricación de prótesis en 3D, aprovechando la ciencia para cambiar vidas. Su laboratorio produce alrededor de seis piezas al mes, un esfuerzo que ha resultado en más de 400 prótesis entregadas a personas necesitadas. La mitad de estas prótesis se proporcionan de forma gratuita o a un costo mínimo, desafiando las barreras económicas que enfrentan aquellos en busca de una nueva extremidad.

En un país donde el sistema de salud público no cubre prótesis, y el costo en el sector privado puede llegar a los 30,000 dólares, las contribuciones de Mamani son invaluables. Su labor no se limita solo a la creación de prótesis, sino que también implica seleccionar cuidadosamente a los beneficiarios, asegurándose de que aquellos que más lo necesitan reciban ayuda.

Rediseñando Vidas, Superando Obstáculos

Pablo Matha, de 59 años, y Marco Antonio Nina, de 26, son solo dos ejemplos de personas cuyas vidas han experimentado una transformación gracias a las protesis 3d mano de Mamani. Matha, que perdió la vista y una mano en un accidente minero, y Nina, cuyo brazo fue afectado por una descarga eléctrica, encontraron una nueva esperanza y dignidad con las prótesis diseñadas por Mamani.

El impacto va más allá de lo físico; estas prótesis han reconstruido la autoestima y la confianza de quienes las llevan, permitiéndoles reintegrarse a la sociedad sin la vergüenza asociada a sus discapacidades.

Un Futuro Inspirador y Desafíos por Superar

Reconocido como líder en América Latina, Mamani no se detiene aquí. Su visión va más allá de las prótesis; ahora sueña con establecer un centro de rehabilitación y generar su propia tecnología. Su compromiso es claro: mejorar la calidad de vida de las personas a través de la innovación y la empatía.

En un país donde más de 36,000 personas viven con discapacidades físicas y motoras, la labor de Roly Mamani se erige como un faro de esperanza. Su dedicación a utilizar la tecnología para cambiar vidas nos invita a reflexionar sobre el poder transformador que yace en la unión de creatividad y empatía.

En resumen, Mamani ha pasado de ser un juguetero a un héroe de la vida real, brindando a aquellos menos privilegiados una oportunidad de reconstruir sus vidas. Su historia inspiradora nos recuerda que la tecnología, cuando se utiliza con un propósito significativo, puede cambiar el mundo, una protesis 3d mano a la vez. ¡Síguenos en Facebook para más información!